La libertad de prensa en México se enfrenta a generalizadas y crecientes amenazas debido a la «censura indirecta», que incluye el uso gubernamental de incentivos y sanciones económicas para presionar a los medios informativos, castigar el periodismo crítico y recompensar la cobertura favorable, según un nuevo informe publicado hoy.
El informe advierte que, si bien los periodistas de México son a menudo víctimas de agresiones físicas, la censura indirecta constituye también una amenaza grave, pero más sutil, a la libertad de prensa.
Comprando complacencia: Publicidad oficial y censura indirecta en México (Buying Compliance: Governmental Advertising and Soft Censorship in Mexico) muestra cómo los gobiernos federal y estatales de México usan su poder económico para presionar a los medios de comunicación y castigar el periodismo crítico. El informe ha sido elaborado por la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA, por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Asistencia a los Medios de Comunicación (CIMA), en colaboración con la organización de derechos humanos Fundar Centro de Análisis e Investigación, con sede en México, y la Oficina de México de ARTICLE 19.
«Aunque es menos visible que la terrible violencia de que son objeto los periodistas en México, la censura indirecta es muy insidiosa y debe considerarse una amenaza muy grave a la independencia de los medios y a la libertad de prensa en México y en todo el mundo,» afirmó Vincent Peyrègne, director general de WAN-IFRA. «A diferencia de los ataques directos a la libertad de prensa, la censura indirecta es mucho más sutil y pocas veces causa el mismo grado de indignación internacional.»
La censura indirecta del gobierno incluye diversas medidas destinadas a influir en los medios de comunicación, sin llegar a los cierres, encarcelamientos, censura directa de contenidos concretos, o ataques físicos a periodistas o instalaciones de medios de comunicación.
El informe pone de manifiesto que en México, la asignación de la publicidad oficial es la herramienta más común para ejercer la censura indirecta. Sin reglas claras y precisas, se utiliza para influir o incluso chantajear a los propietarios de los medios y a los periodistas. Investigaciones minuciosas y extensas entrevistas exponen cómo los gobiernos federal y locales utilizan la publicidad oficial para influir en las líneas editoriales e impulsar agendas partidistas mediante la financiación selectiva de medios de comunicación que apoyan a los funcionarios y sus políticas.
El informe pide que se establezcan criterios imparciales y transparentes para fomentar el desarrollo de unos medios de comunicación independientes. Las nueve recomendaciones de este informe son un punto de partida para otras reformas más amplias que se necesitan urgentemente para ayudar a que los medios de comunicación mexicanos cumplan un papel fundamental en la promoción de la democracia, el pluralismo y la rendición de cuentas.
«México no puede alcanzar un nivel de rendición de cuentas efectiva ni lograr la democratización de sus medios de comunicación si no pone fin a la asignación arbitraria de muchos millones de dólares de publicidad oficial que restringe el pluralismo, la libertad de expresión, y el acceso a la información, » dijo Justine Dupuy, investigadora principal de Fundar.
Darío Ramírez, director de la Oficina para México y Centroamérica de ARTICLE 19, advirtió: «La falta de criterios para la asignación de la publicidad oficial influye fuertemente en la información que los medios de comunicación mexicanos proporcionan y distorsiona el debate público. Esto amenaza la libertad de expresión, y se añade silenciosamente pero con fuerza al escalofriante efecto de la impunidad de la violencia contra los periodistas.»
A pesar de los importantes problemas que expone, el informe ofrece algunas señales alentadoras. Algunos estados y medios de comunicación se están esforzando para infundir nuevamente integridad en la práctica oficial y periodística. Y el presidente y los legisladores de México siguen oficialmente comprometidos a promover cambios.